EL CURIOSO CASO DE BIND TOM, QUE TOCABA DE OÍDO

Hijo de esclavos, fue vendido en 1850 junto a sus padres al general James Nail Bethune. Blind Tom era ciego de nacimiento y padecía de autismo.
Al ser ciego, no podía ir a trabajar a la plantación de su amo y pasaba mucho tiempo con los hijos del general. Cuando alguna de las hijas tocaba el piano, el niño se quedaba absorto escuchando la música.
Una noche, el general escuchó música de piano que procedía de una sala que estaba a oscuras y bajó pensando que era una de sus hijas que estaba practicando, pero la sorpresa fue mayúscula al ver que quien estaba al piano era el pequeño Tom, que con apenas 4 años tocaba a la perfección una sonata de Mozart.
El pequeño Tom era capaz de memorizar e interpretar al piano sin un solo fallo cualquier composición con sólo escucharla una vez. Cada nota que Tom escuchaba se imprimía de forma indeleble en su mente, siendo capaz de reproducir cualquier pieza de principio a fin sin un fallo.
Con 11 años tocó delante del Presidente estadounidense Buchanan dos piezas nuevas «la primera de 13 páginas de extensión y la segunda de 20».
Dio conciertos por Europa y EE.UU y en su repertorio incluía a Beethoven, Mendelssohn, Bach, Chopin, Verdi, Rossini y muchos más.
Se comentaba que su memoria era tan exacta, que podía repetir sin perder una sola sílaba un discurso de 15 minutos, aunque no entendiera ni una sola palabra. También canciones en francés o alemán, con solo escucharla una vez, eran repetidas literalmente.
Hijo de esclavos, fue vendido en 1850 junto a sus padres al general James Nail Bethune. Blind Tom era ciego de nacimiento y padecía de autismo.
Al ser ciego, no podía ir a trabajar a la plantación de su amo y pasaba mucho tiempo con los hijos del general. Cuando alguna de las hijas tocaba el piano, el niño se quedaba absorto escuchando la música.
Una noche, el general escuchó música de piano que procedía de una sala que estaba a oscuras y bajó pensando que era una de sus hijas que estaba practicando, pero la sorpresa fue mayúscula al ver que quien estaba al piano era el pequeño Tom, que con apenas 4 años tocaba a la perfección una sonata de Mozart.
El pequeño Tom era capaz de memorizar e interpretar al piano sin un solo fallo cualquier composición con sólo escucharla una vez. Cada nota que Tom escuchaba se imprimía de forma indeleble en su mente, siendo capaz de reproducir cualquier pieza de principio a fin sin un fallo.
Con 11 años tocó delante del Presidente estadounidense Buchanan dos piezas nuevas «la primera de 13 páginas de extensión y la segunda de 20».
Dio conciertos por Europa y EE.UU y en su repertorio incluía a Beethoven, Mendelssohn, Bach, Chopin, Verdi, Rossini y muchos más.
Se comentaba que su memoria era tan exacta, que podía repetir sin perder una sola sílaba un discurso de 15 minutos, aunque no entendiera ni una sola palabra. También canciones en francés o alemán, con solo escucharla una vez, eran repetidas literalmente.

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